Habitualmente, el gasto energético en reposo (GER) se determina por medio de ecuaciones predictivas, para prescribir las necesidades energéticas de cada individuo.
Una de las ecuaciones más utilizadas en el mundo son las publicadas por J. Arthur Harris y Francis G. Benedict en 1919 a partir de calorimetría indirecta en 136 hombres y 103 mujeres. Debido a que los participantes de este estudio fueron individuos con normopeso, de 21 a 70 años de edad y estadounidenses; las ecuaciones de Harris-Benedict han sido criticadas por no incluir sujetos obesos, por no representar a individuos jóvenes ni adultos mayores y por tampoco representar a poblaciones no caucásica. Incluso se ha criticado que estas ecuaciones ya no representen a las características de los estadounidenses ya que esa población se ha vuelto más alta, más vieja, más pesada y con mayor diversidad racial en los últimos años.
Asimismo, al ser publicadas las ecuaciones de Harris-Benedict fueron referidas como ecuaciones para el gasto energético basal y hoy en día continúan siendo mencionadas como tales, no obstante, la metodología descrita en el artículo original describe condiciones de gasto energético en reposo.
La ecuación de Harris-Benedict ha sido objeto de más estudios de validación que cualquier otra ecuación, y estas validaciones generalmente han demostrado que la ecuación sobrestima sistemáticamente la tasa metabólica en reposo en aproximadamente el 5%, aunque algunos estudios indican un error de hasta 10-15%.
¿Y qué hay de los atletas de alto rendimiento? Tú como nutriólogo deportivo, ¿has utilizado estas ecuaciones con tus atletas? Te invitamos a leer el artículo original, Harris JA & Benedict FG, Proc Natl Acad Sci USA, 1918; y a que nos compartas tu experiencia utilizando estas ecuaciones predictivas.