Plan de alimentación y entrenamiento listos, pero… ¿cómo elijo mis zapatos deportivos?

Hoy en día existe una gran oferta de calzado deportivo en el mercado por lo que es importante conocer cual es la mejor opción de acuerdo a tus necesidades. Te compartimos algunas recomendaciones del Colegio Americano de Medicina del Deporte:

 

  • Evita comprar zapatos basados en el consejo de un vendedor que sólo te ha visto caminar en la tienda. Tu modo de andar y el movimiento del pie son muy diferentes cuando caminas y corres.
  • Evita comprar tenis para correr al final del día cuando tus pies están hinchados ya que sentirás los zapatos apretados.
  • Asegúrate de que el calzado sea ancho en la parte frontal, el área donde están tus dedos del pie. Debes poder mover los dedos de tus pies con facilidad. Si la punta es muy estrecha no permitirá que el pie se extienda en su manera natural y esto evitará que se distribuya la fuerza de tu pisada de una manera segura.
  • Debe haber por lo menos 1.5cm de espacio entre los dedos de tus pies y el frente del zapato; espacio suficiente para colocar el pulgar entre el dedo gordo y el frente del zapato.
  • Prueba el zapato para determinar si es demasiado estrecho: retira las suelas y párate sobre ellas en el suelo. Si tu pie sobrepasa la suela por los lado es probable que el zapato sea demasiado estrecho.
  • Cuando pruebes el funcionamiento del zapato, asegúrate de que el talón no se deslice de arriba abajo.
  • ¿Pronador o supinador? Ten en cuenta que todos los corredores tienden a ser pronadores o dejan caer el pie hacia adentro. La pronación es un movimiento normal del pie al caminar y al correr. Por lo tanto, la pronación por sí sola no debe ser una razón para seleccionar un zapato de correr. A muchos corredores les recomiendan un zapato con soporte de arco para evitar la pronación, sin embargo, esto puede ser contraproducente. La pronación debe ocurrir y es un amortiguador natural. Detener la pronación con los materiales en los zapatos puede causar problemas en el pie o la rodilla para desarrollar. Una pronación excesiva puede ocurrir, pero en la mayoría de los casos se puede corregir con fisioterapia y ejercicios para fortalecer el pie, la pierna y la cadera en lugar del zapato.

 

Si tu calzado te molesta, causa dolor o no sabes si tienes pronación excesiva, acude con tu médico del deporte para un diagnóstico y una recomendación personalizada.

Fuente: Vincent HK, and Vincent KR, American College of Sports Medicine, 2014.